Afectada por el cambio constante de enfoques pedagógicos, la obra de arquitectura educativa trata con sus espacios de estimular el aprendizaje. Presentación y crítica de diversos ejemplos.
La articulación espacial de la guardería se inspira en la pedagogía de Loris Malaguzzi que concebía la escuela como un laboratorio en el que el aprendizaje de los niños se produce a través de su propia búsqueda. Tres volúmenes irregulares apuntados trazan entre sí un patio triangular. El interior de las aulas se relaciona con el exterior a través de patios centrales y del hueco que se efectúa en una de sus esquinas.
Pensada para niños de entre cero y cinco años, la guardería se organiza en una única planta de carácter compacto. Las aulas se separan entre sí mediante particiones transparentes para facilitar que los cuidadores puedan controlar el movimiento de los niños. Los lucernarios linterna asoman sore el gran canto de la cubierta plana creando un perfil singular que alude a las montañas cercanas. Bajo las pirámides de luz, el color de las paredes genera espacios de juego cualificados. La escala del mobiliario contribuye a configurar este particular mundo infantil.
Con una superficie de 1200 m², el edificio se orienta en el eje norte-sur reservando una zona de juegos infantiles en su lado oeste. Todo ello se aísla de las calles circundantes mediante los árboles existentes. El funcionamiento se resuelve de manera sencilla: los espacios destinados a los niños se ubican en planta baja, divididos en aulas y espacios comunes, mientras que los de administración ocupan la planta superior.
Localizada en una zona de edificios públicos, la guardería afronta la topografía abrupta del valle mediate la construcción de parte del programa bajo rasante, consiguiendo reducir el impacto del volumen en su entorno. El programa se distribuye en estos dos niveles principales; el de acceso peatonal unas galerías sobre las aulas crean espacios interiores de mayor complejidad para los niños. Las aulas, las salas de usos múltiples y los espacios de circulación se abren al paisaje mediante amplias superficies de vidrio.
El nuevo edificio se uica en una parcela periférica de Pamplona, constituyéndose como zócalo de unas viviendas preexistentes y separándose de la plaza con una pantalla de piezas de hormigón prefabricado. El programa contiene cinco módulos educativos, un espacio común que funciona como organizador y patio de juegos cubierto además de las áreas interiores de administración, servicios e instalaciones. Las aulas se colocan en el único lado exterior de la parcela mientras el resto de las actividades se ordenan en bandas iluminadaspor medio de patios interiores y lucernarios.
El nuevo edificio se muestra respetuoso del parque donde se implanta, protegiendo los árboles existentes en la parcela y seleccionando los colores acordes con este emplazamiento. El programa se resuelve en cuatro módulos: sala multiusos y salas progresivas divididas por edades. Como barrera de separación se sitúan los espacios de servicio. Para asegurar la versatilidad en el uso, las aulas se dividen por medio de tabiquería móvil lo que permite programas educativos diferentes.
Con una estructura sencilla, el edificio consiste en un aula cerrada para impartir clases de informática y una abierta para la enseñanza del inglés. El uso de una estructura básica de hormigón armado permite emplear materiales de bajo costo como cerramiento: sacos de arena, bloques de hormigón y cemento, botellas. Las aulas se vinculan mediante una puerta corrediza que facilita el uso del espacio integrado. La envolvente se resuelve con bastidores de entramado de cañizo y la cubierta con chapa ondulada de acero.
El edificio se compone a partir de una distribución aparentemente aleatoria de módulos en los que se orfçganizan ocho aulas, biblioteca y áreas para administración y personal. Tanto los espacios interiores como los exteriores contribuyen a la creación del entorno educativo: el patio principal se configura como el espacio más importante de encuentro, la bilioteca es el único volumen de dos plantas.
El proyecto de rehabilitación de la antigua escuela se enfrenta a restricciones impuestas por la autoridad militar como el mantenimiento de la volumetría y la mejora del aislamiento térmico y acústico. El objetivo de dotar al edificio de un aspecto atractivo para implicar a los habitantes con su uso y conservación atraviesa toda la intervención.
El complejo escolar se sitúa en el antiguo emplazamiento de unos bloques residenciales demolidos, en una zona de conflictividad social de la periferia de la ciudad. El conjunto, fragmentario en su manifestación exterior, configura un esquema unitario y comprensible. Los diversos elementos del programa se distribuyen alrededor de un patio central anguloso. La pista de deportes se ubica sobre la cubierta de la escuela primaria, donde recie máxima cantidad de sol mientras que el espacio de recreo de los más pequeños se ubica en el extremo opuesto. El color naranja invade cada rincón otorgando identidad al conjunto.
situado en un entorno de población dispersa, el colegio se integra por su baja altura por el recurso del uso de la madera como material predominante que lo asocia con el paisaje boscoso. Como elemento singular, la cubierta sube y baja a lo largo del volumen, definiendo el perfil y unificandolo junto a la piel de tablas de madera. En el interior, estos elementos externos impactan en el modelado de los espacios condicionados por las variaciones de pendiente del techo y la condición rítmica de los vanos.
La intervención se vio definida por la escarpada topografía y la necesidad de vincular el nuevo programa -aulas de educación inicial y primaria, escuela de música, sala polivalente y estacionamiento- con un edificio en uso. La escuela contaba con un espacio de recepción exterior que fue potenciado: al norte con una zona de control y recepción semienterradas, al este con la sala de usos múltiples y al oeste con una grada-escalinata que contribuye a crear un lugar de reunión de carácter mutable.
El edificio funciona como centro educativo de formación profesional y como espacio comunitario; su objetivo es facilitar a familias sin recursos conseguir una educación que les permita ganar su propio sustento. Para llevar a cabo la construcción se utilizó mano de obra local las técnicas y materiales disponiles en la zona. Toda la escuela se construó manualmente; la reducción de costos permitió contratar a mayor cantidad de personas de la comunidad.
La escuela se convierte en unos de los espacios públicos del asentamiento informal; la mínima ocupación del solar libera un área para ser destinada a usos deportivos públicos y una zona agrícola. El instituto consta de 37 aulas, biblioteca, sala de informática y una zona administrativa. Este programa fue ampliado para que la escuela pudiera adaptarse a los requerimientos eductivos de espacios destinados a la formación práctica. La geometría general se vincula a las condiciones climáticas locales; la disposición en forma de L permite proteger los espacios abiertos de los vientos y el perfil de la cubierta favorece la ventilación natural.
En el solar de grandes dimensiones donde se emplaza el liceo, la pendiente descarta cualquier vista hacia la ciudad y se abre hacia una colina cercana que domina el paisaje. Para conseguir un microclima se aprovecharon los ároles existentes s eplantaron otros que pudieran crecer rápidamente. El conjunto se compone de numerosos pabellones dedicados a los diversos niveles de enseñanza. Esto se ha conseguido ubicando los servicios comunes en la parte inferior del solar, sobre la calle, y tras ellos distintas piezas. Las aulas se distribuen siuiendo un patrón alternado de patios y pabellones.
La decisión de dividir el programa en unidades menores independientes tiene un gran impacto pedagógico así como una materialización rotunda en l volumetría y el diseño de los alzados, rasgados por líneas divisorias. En el podio de la planta baja se ubican algunas instalaciones compartidas y por encima los colegios, que se organizan en planos horizontales para reducir la frecuencia de las circulaciones verticales.
La organización espacial se inspira en los antiguos institutos que contaban con un gran patio central. La articulación de los volúmenes abraza y resguarda del viento este espacio a la vez que consigue mayor incidencia solar. Las aulas ocupan la primera segunda plantas del conjunto junto a otros espacios como la biblioteca o los laboratorios.
La renovación de este instituto se presenta como una operación de ensamlaje, en la que los nuevos edificios deen no sólo coexistir con los existentes sino potenciar su uso. Se remodelaron los edificios antiguos para adaptarlos espacial y constructivamente a las condiciones de confort y seguridad actuales como también el espacio de recreo, cua localización estartégica en la parcela lo convierten en nexo entre varios de los volumenes. Los nuevos laboratorios se posicionaron para mejorar la comunicación entre el resto de las piezas del conjunto conectando el cuerpo central con los talleres. la biblioteca se situó junto al patio.