La premisa del proyecto fue la implantación de las torres cercanas a la avenida, seprándose lo máximo posible del tejido residencial circundante, de menor escala y altura. La planta baja libre favorece la transparencia a escala peatonal.
Sobre un terreno privilegiado s elevanta este onjutno residencial de alta gama compuesto por dos grandes torre cuyos volúmenes están articulados por encastres de partes que responden a diversas tecnologías. El conjunto presenta baja ocupación del terreno, lo que permite articular en planta baja halles, piscinas y parques. La totalidad de las unidades poseen 3 m de altura interior libre y amplias terrazas concebidas como continuidad del área social. Los remates de ambos edificios están equipados con piscina con agua climatizada, solarium, gimansio y spa.
La tesis del autor refiere a que las columnas dobles utilizados por Mario Roberto Alvarez en varias de sus obras es parte de la respuesta a una serie de relaciones entre programa, estructura, envolvente y arquitectura interior en el contexto de la arquitectura residencial en altura en Buenos Aires en la segunda mitad del siglo XX.
El terreno, de dimensiones y forma atípica, es un lote entre medianeras con dos construcciones antiguas linderas, declaradas de valor patrimonial. Esta condición particular permite que el edificio sea concebido como una torre exenta que sobrepasa en altura lo contruído.
El proyecto logró identificar un conjunto de variables de diseño que permite que la vivienda se valorice en el tiempo y la zona mejore, integrándose al tejido social existente. El edificio funciona por medio de seis placas y seis patios de iluminación que permiten ventilaciones cruzadas y mejor iluminación. Cada unidad es habitada como pequeñas casas verticales y cada módulo es de planta libre y tiene un muro húmedo para servicios.
El edificio se inserta en un barrio que se está modificando en función de la densificación general de la ciudad. En este sentido se propuso una pieza carente de adjetivaciones, suficientemente neutra como para convivir con la morfología actual y acompañar el crecimiento futuro, resuelta en monomaterial. La planta quedó libre de funciones para ofrecer al espacio público aire, luz y vistas al jardín.
El ancho del predio permite tener un edificio con más frente que fondo y habiendo un departamento por piso, los espacios resultan bien iluminados y ventilados en sus dos fachadas. La premisa arquitectónica consistió en diferenciar los espacios privados de los públicos, dándoles mayor altura a éstos.
Se trata de un edificio de viviendas multifamiliar ubicado en un contexto urbano descaracterizado y en un lote típico pero de escasa profundidad. Los pisos toman el total de la profundidad edificable, con la intención de sacar provecho de las mejores oportunidades de espacio y luz. En cada unidad se desarrolla un balcón que media entre el espacio urbano y el privado, lo que genera el desarrollo de la fachada como un plano que se despliega y repleiga respecto a la línea de edificación.
El solar de esquina se ubica dentro de una zona residencial de baja densidad. El conjunto de cinco casas se desarrolla sobre el lado mayor del lote paralelo a la calle que remata sobre la plaza, retirándose de la línea municipal atenuando su impacto en la cuadra con patios que median la relación con la calle. La fachada principal suspendida sobre una viga metálica corrida se define como un plano contínuo de ladrillos con variaciones.
El edificio, que por la calle inferior llega a tener siete pisos, desde el acceso peatonal superior y los espacios comunes tiene solo cuatro. Este juego de niveles permite tener seis prototipos distintos de departamentos. Cada unidad tiene su propia escalera de acceso que lleva directo a la zona de servicio y comedor.
Las viviendas corresponden al Plan de Mejora Urbana de Torresana. Esta nueva área residencial de la ciudad ha sido planificada como borde. La definición de los volúmenes de aire de los espacios públicos en función de usos y vistas reforzados por la utilización de materiales diferentes, muestra la confianza en la capacidad articuladora del esapcio público para el futuro barrio.
Diez años despues de la terminación de las catorce viviendas sociales en Mulhouse de Lacaton & Vassal es momento de realizar un balance del resultado de la ocupación y se efectiviza mediante un reportaje fotográfico.