Dentro de una volumetría elemental se resolvió una organización de espacios en medios niveles que aprovechan la natural ondulación del predio. Los dormitorios se proyectaron en dos plantas para ofrecer mayor independencia de actividades a padres e hijos, ubicando la zona de reunión a medio camino entre ambos. Todos los ambientes en contacto con el terreno se prolongan al exerior mediante decks a diferentes alturas.
A partir del proyecto de la Casa de Ladrillo de Mies van de Rohe de 1924 se rescataron como características principales la continuidad espacial entre ambientes y la relación ambigua entre interior y exterior. La casa está construída con muros portantes de ladrillo que se van recortando y perforando sin perder su cualidad de planos. Sobre estos muros se apoya una losa de hormigón visto que refuerza el carácter horizontal de la composición.
El terreno se ubica a escasos metros del médano que pone límite a la playa, lo que genera una topografía particular. Se trató de adaptar el programa a esa condición, buscando las vistas al mar y en relación a la orientación. Se propuso una vivienda donde las cubiertas actúan como expansiones de diferentes ambientes, realizadas con decks de madera apoyados sobre las losas, y aptas para cumplir distintas funciones.
El terreno es pequeño y su particularidad es el desnivel de casi tres metros de un extremo al otro con un frente de apenas 15 m. El pedido fue una casa pequeña de hor,migón para ser usada fundamentalmente en verano. Se propuso una vivienda compacta, resuelta en dos plantas, ubicando el programa dentro de una planta cuadrada a la que se ha vaciado un cuarto de su volumen, creando un espacio exterior semicubierto de doble altura.
El relieve particular del lote, la privacidad resultante de lo elevado del mismo respecto de la calle, las vistas al bosque, libre de construcciones próximas y la particularidad del programa requerido, son los temas que hacen singular esta casa. Se concibió la vivienda como dos prismas puros, ubicado en un claro del bosque, que se interceptan perpendicularmente y a medios niveles. Todos los ambientes de la zona social se vinculan a través de grandes aberturas con terrazas al exterior.
La particularidad del sitio era que contaba con un sector importante libre de árboles, que se definió como la zona de ubicación estartégica para resolver el programa. Un prisma alargado sirvió para alojar los requerimientos funcionales. La relación de indeterminación entre interior-exterior quedó formalizada en el entrecruzamiento del lugar de actividades comunes de la casa, con dos expansiones con usos diferenciados.
El encargo nace de una consulta sobre la posibilidad de ampliar una vivienda existente de concepción moderna sin que las modofocaciones implicaran una pérdida de calidad de la propuesta original. La propuesta fue concebir la ampliación como un volumen independiente que no comprometiera ni formal ni constructivamente lo existente; se consiguió liberar la planta baja para permitir que la zona social no perdiera las vistas al jardín interior.
Se concibió la vivienda en cuatro sectores conectados a medios niveles por una única escalera; esta decisión permitó reducir superficies de circulación e ir acomodando los diversos usos acompañando la pendiente natural del lote. Con esta disposición volumétrica, se consiguió dotar a la casa de la variedad y flexibilidad de espacios requeridos sin perder independencia de uso entre los mismos.
Las características ambientales y paisajísticas del lugar y la particularidad del uso de esta casa en Mar Azul, permitieron experimentar temas funcionales y soluciones estético-constructivas: una obra de poco impacto en el paisaje, que ese ajustó a un bajo presupuesto y que no tuviera mantenimiento posterior.
La particularidad del programa y de su localización y la decidida definición del encargo en lo que se refiere a temas de presupuesto y preferencias estéticas, fueron determinantes en el proceos de diseño. La vivienda se resolvió con las actividades principales en una sola planta. El carácter austero se consiguió apelando a formas simples resuletas con dos únicos materiales.
La casa fue resuelta como un prisma de hormigón de proporción alargada, de altura mínima, separado de ambas líneas divisorias aprovechando un claro del bosque. Un ventanal prolonga el pequeño estar comedor en su expansión semicubierta, permitiendo vistas al paisaje.