La propuesta conceptual busca reducir al máximo las formas arquitectónicas de manera de concentrar toda la forma visual en el volumen superior, el cual parece flotar sobre el resto del edificio. La casa se organiza en tres niveles: ambientes de servicio, cochera y habitación de huéspedes en planta baja; habitaciones principales en el intermedio y áreas sociales -estar, comedor, cocina, terraza y piscina- en la planta superior.
La casa, ubicada en una planicie de un terreno con pendiente, fue resuelta como un prisma de hormigón semienterrado en el médano. Las fachadas quedan bien diferenciadas: la SO hundida en la arena con una abertura de lado a lado concide con los servicios y la NO vidriada, tipo balcón, en relación a los ambientes principales.
Ubicada sobre el borde de un acantilado, la planta se organiza en dos alas que privatizan un patio central y una terraza que se extiende hasta el mar. El acceso se produce por el patio central revestido en madera que oculta los dormitorios de huéspedes y de servicio.
La casa se ubica sobre una duna; la construcción está elevada sobre la tierra, apoyada sobre postes de hierro hincados en la duna. La vivienda ha sido diseñada para ser fuerte frente a las condicones climáticas y flexible en el uso. Cada ambiente ofrece un marco para un tipo de experiencia diferente: las áreas de estar se ubican en la parte más alta mientras que los dormitorios y oficina se ubican en planta baja.
La villa se encuentra ubicada sobre una angosta franja de bosque entre la pradera y la laguna. El edificio se abre hacia el lago y está casi totalmente cerrado a la pradera; el terreno se ha mantenido en su estado natural.
La casa está socavada dentro del tereno, permitiendo una vista ininterrumpida del mar, desde la calle pública la fondo y protegiendo el edificio de los vientos. Los dormitorios se orientan hacia espacios exteriores, naturalmente protegidos ofreciendo vistas cercanas minetras que el estar se dispone como un anfiteatro vidriado mirando al horizonte.
Apoyado sobre granito expuesto, parcialmente cubierto por vegetación, el terreno se abre hacia un horizonte de mar ininterrumpido. Dos franjas de estar se extienden en voladizo desde las rocas, ancladas por un muro de piedra. Diseñada para resistir el entorno marítimo, la envolvente exterior está compuesta de vidrio, piedra, acero inoxidable y madera.
La casa es una vivienda con patio de 278 m² ubicada sobre la escarpada costa atlántica de Nova Scotia. La secuencia de ingreso es una procesión hacia el mar; desde el garage hasta la terraza que remata en la costa. El pabellón social orientado al sur está anclado por un hogar de hormigón.
El predio se encuentra elevado y expuesto a magníficas vistas del mar. La casa tiene una piel exterior protectora fabricada de rejillas metálicas que se abren con bisagras formando parasoles. La planta tiene dos elementos diferenciados: el espacio común -cocina, comedor, estar- y los dormitorios; cada elemento se conecta por medio de un deck exterior.
Esta residencia sobre el río, establece un diálogo con el paisaje en el patio de acceso, para minimizar visualmente el garage y dar la sensación de una galería de un solo piso. Esto establece una secuencia de ingreso hasta el patio central, que se abre en un espacio de doble altura con un techo parasol. Rodeando ese patio, la casa se organiza en U; la cocina, la biblioteca y el estar se conectan en este nivel.
Construída a la orilla del mar, la casa no posee muros ni otra protección más allá de cercos verdes. El programa fue distribuído en dos cajas blancas, ubicadas una sobre la otra. En la planta baja se encuentran todas las áreas sociales y de servicio integrados en un sólo espacio, en el volumen superior una "musharabiya" envuelve los cinco dormitorios.