La propuesta consiste en una gran caparazón arquitectónica que ha sido abierta en dos de sus frentes par conseguir que todos los ambientes tengan visuales al bosque y fomentar la ventilación cruzada.
La casa se resuelve linealmente en dirección norte-sur, siguiendo el asoleamiento y las visuales sobre el golf. Un giro en el área central, que flota sobre un estanque, permite destacar y aislar morfológicamente el volúmen de recepción social de la vivienda.
La vivienda se resuelve como un prisma simple en contacto con el terreno aprovechando un claro entre árboles añosos. Este volúmen elemental está perforado por un epqueño patio que se prolonga y confunde con el paisaje.
En un generoso lote con pendiente sobre una barranca, se ubica esta casa de fin de semana, lineal, desarrollada en una sola planta, con lo servicios hacia la calle y los ambientes principales abiertos al río.
La casa se resuelve con un importante volúmen principal, donde se desarrollan las funciones familiares, al que se adosan otros volúmenes de servicio (quincho, piscina). La vinculación entre ellos se resolvió con espacios de transición.
La organización de la vivienda se produce en sentido horizontal; en planta baja se ubican las áreas públicas y de recreo y en planta alta los dormitorios conectados con el nivel inferior por una circulación interior-exterior.
La propuesta para esta vivienda permanente, en el barrio cerrado Acacias Blancas, fue ubicar las áreas con funciones públicas en planta baja y las privadas en la alta, otorgándole a estos espacios cierta flexibilidad entre sí y la posibilidad de tener una relación interior-exterior a través de carpinterías vidriadas o mediante relaciones visuales.
La experimentación con los materiales y la vinculación con el paisaje condicionan la morfología de los distintos proyectos domésticos del equipo. El programa, previsto para una familia ensamblada, se resuelve en un prisma irregular de tres niveles, que dejan a los lados las escaleras y servicios y trabajan en los extremos las funciones que requieren de mayores superficies: estar, comedor, dormitorio principal.
Debido a las condiciones de visuales y proximidad con otras construcciones, se decidió un esquema de relación unidireccional desde el patio del fondo del terreno hasta el frente y el campo de golf.
La casa, ubicada en el Barrio Cerrado Santa Catalina, conforma una unidad donde los sectores están distruibuídos y articulados a través del eje de circulación vertical; este eje genera un recorrido cuya constante es la búsqueda de luz, sorpresa y espacialidad.
Esta casa, ubicada en el Barrio Santa Bárbara, se resuelve en una única planta. La piel de vidrio hace un recoorido completo de todo el perímetro de la casa, intencionando la relación con el paisaje y unificando los ambientes. El techo, liviano e independiente estructuralmente, cierra la composición.