La selección de obras realizada para esta edición pretende ser una muestra de las posibles variaciones tipológicas de la arquitectura andina, desde una percepción más tradicional hasta nuevas tendencias que incorporan el uso de materiales locales en formas no convencionales.
En un lote con suave pendiente, en medio de un bosque de lengas, se implanta estas dos casas: una para la familia y otra para huéspedes. La materialidad de ambas se resuelve con materiales locales, madera de lenga y piedra, que favorecen la integración con el paisaje.
En un club de campo de alta montaña a 900 m de altura, se construye esta casa a modo de refugio de montaña. Las decisiones proyectuales se basan en la integración con el medio ambiente y su preservación y la utilización de materiales locales.
La vivienda se encuentra emplazada en medio de un bosque de robles. El desafío del proyecto fue poder generar una casa con buena iluminación, respeto por el entorno y que se adaptara a la pendiente del terreno.
La idea de la casa surge a partir de una búsqueda volumétrica: tres cuerpos netos, resueltos en distintas alturas, y una serie de volúmenes más pequeños que se adosan con una materialidad diferente.
La casa, ubicada en una ladera con vista a una cancha de golf, priorizó las vistas del paisaje y la sensaciones de protección y cobijo. Se materializa con piedra y madera del lugar, teniendo en cuenta las variaciones climáticas y de uso.
La vivienda está emplazada en un magnífico paisaje, en una aldea de montaña rodeadad de un bosque nativo. El uso específico de la casa, para fin de semana, fue determinante en las decisiones proyectuales; los espacios interiores se encuentran integrados generando una continuidad espacial y funcional.
La vivienda potencia la topografía del terreno adecuándose al perfil natural, logrando reducir el impacto visual y físico en el lote y en el entorno, reduciendo costos de movimiento de suelos o rellenos.
La casa, para un matrimonio de artistas, contempla espacios felexibles y continuidad entre espacios interiores y exteriores para optimizar el uso en las distintas épocas del año y según las necesidades.
El programa de esta casa de montaña, o lugar de retiro para una pareja mayor, se resuelve en una superficie mínima contenida en un volúmen generado a partir de un plano curvo.
La casa se resuelve en una tira donde todos los ambientes tuvieran las visuales hacia la mejor orientación y el paisaje. La fachada sur es casi ciega, con la fuerza volumétrica del acceso, remarcada por el color y la única textura de cemento; el resto se resuelve en madera y chapa.