A diferencia de lo que sucede en EEUU, en Europa, avalada por su tradición moderna, la vivienda continúa siendo un territorio fértil para la arquitectura con dimensión cultural.
El complejo, compuesto por 28 unidades, se organiza en torno a un patio protegido del tráfico por una hilera de volúmenes existentes. Las vistas principales se abren hacia un cementerio próximo y la decisión de revestir las fachadas con paneles de fibrocemento lacados en negro le otorga un rasgo distintivo respecto al entorno.
La piel que envuelve e integra todo el volúmen en forma de L protege las 90 viviendas del sonido de las vías de ferrocarril próximas y sus paneles serigrafiados y microperforados funcionan además como protectores solares.
Situado en el límite de la ciudad, el conjunto de seis bloques presenta bordes de características distintas: campo, trama urbana y vías de ferrocarril. La intervención, realizada sobre un esquema existente, trata de diluír la rígida estructura de organización generando un área central de jardín cuya función será la de "condensador social".
El proyecto, basado en el uso de recursos locales, limpios y renovables, consta de dos volúmenes: uno de cuatro niveles compartimentado para alojar grupos de cuatro a cinoc personas y el otro con seis unidades de uan habitación. Los elementos estructurales son de madera maciza.
La torre de vivienda forma parte de un plan de renovación para la zona del lago Sloterplas. El edificio se resuelve como un cilindro que desacnasa sobre una estrecha base de manera que el volúmen principal está en voladizo. La organización en concéntrica: núcleo de escaleras y ascensores, circulaciones y unidades de vivienda.
Situado en la nueva Diagonal, frente a un parque, el edificio que incluye locales comerciales, estacionamientos y 68 unidades de vivienda, atiende a una doble condición: actúa como frente de una manzana Cerdá abierta y también como una pieza autónoma. La configuración propuesta hace posible una gran variedad de tipos residenciales. La volumetría queda definida por el tratamiento de la envolvente exterior.
El objetivo del proyecto es la construcción de 52 unidades de vivienda alojadas en cinco edificios, formando parte de un extenso plan urbano de varias manzanas, dsarrollado por difreentes arquitectos al sur del área olímpica de la ciudad.
Situado entre los árboles de un pequeño parque, el proyecto parte de la decisión de mantener la intimidad y la delicadeza del lugar, primando la calidad y confort de las viviendas y el compromiso con el desarrollo sustentable. El programa se fragmenta en tres edificios que albergan seis unidades de vivienda cada uno. Los materiales utilizados, reciclables, son los tradicionales de la zona.
Las 104 viviendas que incluye el programa están agrupadas en tres bloques lineales que aporvechan al máximo las condiciones de orientación. Entre los bloques densa vegetación de hoja caduca protege a las fachadas de las radiaciones solares. Diseñadas con criterios de aprovechamiento pasivo de energía todas las viviendas tiene n doble orientación.
El proyecto consta de 116 viviendas en altura y 24 chalets apilados en bloques. La torre alberga viviendas de uno, dos y tres dormitorios y ático tríplex de tres dormitorios. Los bloques se componen de tríplex, similares a unidades unifamiliares agrupadas horizontal y verticalmente: un tipo mixto de viviendas, en relación directa con el jardín, abiertas y protegidas por la vegetación con la que se funden.
Ubicado en una zona abandonada próxima al centro de la ciudad, el plan se enmarca en una política encaminada a densificar las áreas urbanas existentes. Las viviendas en hilera tienen dos frentes: uno hacia la avenida arbolada que constituye el eje central del plan y el otro hacia la calle trasera de uso más privado del conjunto.
Situado junto al río Támesis, el proyecto distribuye una superficie de 988 m² en doce unidades con dos dormitorios, un baño y un espacio amplio y flexible con cocina para el resto de los usos.
El proyecto responde a la necesidad de dar forma al vacío urbano existente conectando la plaza con el resto de la trama; forma parte de una operación municipal de promoción privada para la revitalización del centro de la ciudad. El edificio, resuelto como un bloque, alberga una variedad de tipos de vivienda.
El conjunto se concibe como la fusión de casas-patio y dos bloques en altura que se unifican con el uso de una celosía reticular formada por prefabricados de hormigón. El programa consta de 141 viviendas de dos, tres y cuatro dormitorios.
El proyecto consiste en la remodelación de un complejo residencial construído en los años '60, reemplazando pequeñas unidades y aumentando el rendimiento. Para dar respuesta a la problemática de la densidad, los arquitectos holandeses ensamblan estas 223 células al modo de un gigantesco juego de tetrick. Las caras interiores del complejo y las unidades que dan hacia los grandes vanos están revestidas con cerámicos texturados blancos mientras que la envolvente exterior es oscura y vidriada.
En los terrenos de una antigua industria maderera se está impulsando una zona de crecimiento urbano para la cual dieciseis estudios han desarrollado proyectos. En el caso expuesto el proceso de generación de las viviendas parte de la definición de un número limitado de elementos cuyas permutaciones permitirán la aparición de múltiples variantes de función del uso y la situación particular.
El proyecto se resuelve en dos bloques de bajo coste destinados a familias jóvenes. Situados en una colina con vistas a la bahía y al paisaje montañoso, cada edificio alberga treinta viviendas de distintas tipologías. El espacio interior está libre de elementos estructurales lo que permite una organización flexible de los usos.
El edificio dibuja una curva en el extremo del solar, liberando el espacio exterior central que se conforma con un jardín de uso común que funciona como lugar de encuentro para residentes. Las viviendas se identifican dentro de su entorno por el sistema de aventanamiento y los balcones con parapetos de metal microperforados.
Completamiento de un conjunto de viviendas de la Federación de Cooperativas, el primer tercio del proyecto fue construído en 1974, cuyo desafío consistió en recuperar el carácter original de las viviendas existentes y reproponer los espacios comunes y las nuevas unidades en concordancia con los requerimientos actuales en cuanto a conformación familiar, movilidad, confort, etc.
El proyecto incluye tres diferentes tipos de edificio residencial, dos torres de vivienda protegida y otras tres de vivienda libre. Entre ellos se mantiene el volúmen de la antigua cafetería que se asocia al espacio público.