Entrevista realizada por uno de sus colaboradores en los que abordan diversos temas de interés disciplinar: paisaje y medioambiente, los centros históricos, el sentido del tiempo, movimiento, forma y geometría, el material y ele color, entre otros.
Completamiento de un conjunto de viviendas de la Federación de Cooperativas, el primer tercio del proyecto fue construído en 1974, cuyo desafío consistió en recuperar el carácter original de las viviendas existentes y reproponer los espacios comunes y las nuevas unidades en concordancia con los requerimientos actuales en cuanto a conformación familiar, movilidad, confort, etc.
El complejo ocupa un solar en una zona consolidada de la ciudad; se propuso la construcción de tres edificio que alinean sus frentes con la calle. Las plantas inferiores de dedican a locales comerciales y las siguientes a oficinas o viviendas según el caso. Los revestimientos exteriores son de piedra o cerámica según el grado de proximidad con las construcciones del entorno.
El proyecto consistió en la conservación, renovación y ampliación de una antigua granja agrícola para ser convertida en vivienda y galería de arte. Se partió de la disposición de los tres volúmenes existentes en torno a un patio y se anexó un cuarto cuerpo que genera un segundo patio de características más íntimas. La diferenciación entre los edificios se logró con los materiales utilizados.
El proyecto opta por demoler el antiguo hotel existente y un bloque de viviendas y sustituírlos por un nuevo edificio que recupera parte de una vivienda centenaria. Se tomaron como premisas el restablecimiento de la relación con el contexto mediante las proporciones y escalas, el acento de las vistas hacia edificios significativos de la ciudad y la recuperación de una ipología histórica -la casa patio del siglo XIX-.
El proyecto contempla la construcción de un edificio que incluya área de exposiciones, restaurant, un estudio para el artista y dependendencias para una escuela de cerámica. Todos estas funciones se dispondrán en un parque con vistas al río.
El encargo para un equipamiento deportivo en una zona suburbana consiste en ubicar un pabellón cubierto para la práctica de baloncesto con capacidad para 2000 espectadores, una piscina cubierta y otra la aire libre, gimnasios, vestuarios y espacios complementarios.
El complejo está constituído por tres elementos: una sala elíptica, el cuerpo de servicios de apoyo y un pabellón para almacén y áreas técnicas. Los tres cuerpos se articulan en un espacio público cubierto de grandes dimensiones que se utiliza como acceso general. El recinto central permite la celebración simultánea de dos partidos de baloncesto y uno de voley; la parte inferior de las gradas así como el espacio entre los dos muros de hormigón que contienen la caja está disponible para actividades diversas: exposiciones, ferias, encuentros, actividades deportivas complementarias, etc.
La biblioteca, que forma parte de un Plan General para el área elaborado por Fernando Távora, se resuelve en un volúmen de 45x45m con un vacío central y se complementa con un volúmen de una sóla planta en L que se prolonga a través de jardines hasta el río.
Esta casa de veraneo adopta una composición volumétrica fragmentada que se despliega sobre la pendiente hasta el mar. El volúmen se compone de tres grandes bloques constituídos por dos plantas con un nivel subterráneo adicional. La conexión entre bloques de consigue por una serie de corredores a distintas alturas.
El proyecto supuso la demolición de una casa existente y la construcción de tres cuerpos articulados de manera tal que dejan entre sí patios ajardinados. El programa se distribuye en estos tres volúmenes: un edificio aislado funciona como estudio de la propietaria que es pintora, otro como sala multiuso y en el volúmen de dos niveles se desarrollan las actividades domésticas.
El programa consta de cinco dormitorios, un pequeño estudio, una gran sala de estar y cocina. Todos estos cuerpos se organizan como cuerpos independientes dsipuestos a lo largo de una vía interior que atraviesa la casa.
Todas las instalaciones necesarias para el proceso de vitinificación se alojan en un prisma puro de dos alturas que dialoga con el paisaje a través de su mutismo lingüístico.
Centro cultural situado en el acceso a un parque natural emplazado entre montañas cuyo programa incluye espacio polivalente, uan pequeña oficina y aseos para uso público.
El terreno donde se implanta el proyecto se encuientra en la zona noroeste de la estación termal de Panticosa. El programa consiste en un hotel para deportistas, con habitaciones, zonas comunes, áreas de baño e instalaciones deportivas se ordena en tres plantas: un nivel de aceso dónde se sitúa la recepción y algunos servicios comunes (biblioteca, restaurant, etc), un nivel superior para habitaciones y uno inferior para vestuarios y gimnasios.
Situado en un paraje de alta montaña, la intervención articula no sólo lo existente con lo nuevo sino que resalta el paisaje. Los dos edificios nuevos de habitaciones tiene tipología de corredor a doble crujía. El carácter singular de la edificación existente sostiene la decisión de reservar esos espacios para las áreas comunes del conjunto.
El programa se organiza en cuatro plantas, una de ellas bajo nivel: en el sótano se ubican los archivos, las áreas técnicas y una posible expansión de las áreas de exposición; la planta baja aloja recepción, espacios para exposiciones temporarias y una cafetería-restaurant bien equipada; la planta siguiente cuenta con administración, área de archivos y áreas de aseo para el personal mientas que la última planta está destinada a exposiciones.
El programa incluye áreas de exposición, almacén, biblioteca y videoteca, librería, cafetería, un pequeño auditorio, oficinas de administración y talleres para artistas.La base del edificio es una plataforma longitudinal, a la que se accede desde la avenida a través de una rampa, quedando el volúmen principal recortado sobre la vegetación del acantilado.