El sector ribereño de la ciudad fue presentado ante la UNESCO, bajo la categoría de Paisaje Cultural, con el objetivo de ser evaluado para su ingreso en la Lista del Patrimonio Mundial, luego de haber sido incluído en diciembre del 2004 en la lista de Patrimonio Nacional.
La arquitectura se convierte en un bien cultural cuando es asumida como propia por quienes la usan y dsifrutan. La historia de la conformación del territorio bonaerense y de consolidación de sus ciudades es reciente y singular en cuanto a un origen planificado y a trazados ejecutados por demnda, que indudablemente constituyen el priemr rasgo de identidad patrimonial.
Ya sea por influencias de la cultura europea, por formación o por la inclinación a considerar más valioso aquello que tiene más trabajo ornamental, el público y los profesionales aceptamos con más facilidad la posibilidad de admirar -y por lo tanto, proteger- la arquitectura ligada a hechos o a personajes de nuesatr historia o a los movimientos historicistas.
Esta guía, quinta en la serie impulsada por la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desde el año 2003, permite identificar a Buenos Aires a través de recorridos y obras como uan ciudad con una fuerte impronta moderna.
La parroquia tiene sus orígenes en la llegada de los sacerdotes salesianos a la Misión Indígena de Nuestra Señora de la Candelaria. A partir de este momento sufrió ampliaciones y modificaciones sucesivas hasta que fue declarado Patrimonio Cultura de la Ciudad de Ushuaia.
Las obras de restauración realizadas en la Casa del Teatro implicaron la revalorización de un edificio con una significación emblemática no sólo por sus caracterñisticas arquitectónicas sino por su carácter institucional.
Los edificios del Teatro y del Centro Cultural general San Martín fueron concebidos por sus proyectistas como un conjunto armónico, que se complementa por su continuidad funcional y edilicia vinculando la avenida Corrientes con la calle Sarmiento. Su construcción diferida y la estrategia cultural de gobiernos sucesivos condujeorn a convertrilos en dos organismos con dirección, tradición y funcionamiento diferenciado.
La vivienda-estudio, también conocida como la "casa del puente", fue diseñada y construída entre 1943-1945 por el arq. Amancio Williams. El vandalismo y los incendios han azotado a este documento vivo de la arquitectura dle siglo XX que fue el punto de partida de una porfunda reflexión cultural y cuyo destino pareciera encaminarse finalmente hacia una recuperación.
La arquitectura moderna irrumpe en Córdoba a fines de lso años veinte y principios de los treinta y representa una expresión del movimiento extendido internacionalmente llamado por unos "racionalistas", por otros "funcionalistas". Si bien su nombre puede crear cierta confusión, como siempre ha ocurrido en arquitectura cuando se pretende hacer usos de calificaciones que proviene de otras disciplinas.
La región del Noroeste de nuestro país posee un valioso patrimonio arquitectónico, producido en los diez años de vigencia del art decó y en el prolongado accionar del movimiento moderno, que con sus distintas expresiones continuó hasta fines de los setenta.
Entre las múltiples acciones necesarias para rescatar el patrimonio de la arquitectura moderna en América Latina, las tareas de valoración documental son imprescindibles, como lo han demostrado las recientes nominaciones de las Ciudades Universitarias de Caracas y México como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La noción de patrimonio pasó por una notable expansión durante la segunda mitad del siglo XX. Restringida en principio a edificios que con el rótulo de "monumentos" ostentaban un destacado valor histórico artístico, comprende hoy una notable variedad de bienes materiales e inmateriales e incluye, entre otras cosas, la producción industrial, la arquitectura vernácula, los paisajes y los itinerarios culturales y el patrimonio subacuático.
El siglo XX ha producido la mayor cantidad de cartas y recomendaciones sobre el patrimonio cultural desde las primeras civilizaciones a la actualidad. Es más, ha sido un siglo en el que se definió claramente el concepto de patrimonio, considerándolo como el conjunto de bienes culturales que una generación transmite a otra con el objetivo de que estos lleguen a ser un instrumento de comprensión de su propia historia e identidad.