El proyecto se concibe como una superposición de capas, dispuestas perpendicularmente entre sí. El edificio acoge cuatro escenarios deportivos destinados a gimnasia, lucha, baloncesto y voleibol y se concibe como un único contenedor resuelto con una estrategia técnica y espacial respecto a los plazos de construcción, los requerimientos específicos de cada función y el flujo de visitantes y deportistas.En torno se abren distintos ámbitos públicos semiabiertos que actúan como transición entre el espacio urbano y el interior.