La articulación espacial de la guardería se inspira en la pedagogía de Loris Malaguzzi que concebía la escuela como un laboratorio en el que el aprendizaje de los niños se produce a través de su propia búsqueda. Tres volúmenes irregulares apuntados trazan entre sí un patio triangular. El interior de las aulas se relaciona con el exterior a través de patios centrales y del hueco que se efectúa en una de sus esquinas.