La intervención consiste en resaltar la escalera geométrica de la catedral, ubicada en la torre sudeste, mediante la operación de convertirla en su propio dispositivo visual. Mediante una superposición de lentes con distintas curvaturas y características reflejantes se intenta reproducir una de las funciones que Wren había asignado al proyecto original: la expresión literal de la catedral como observatorio celestial.