La zona de implantación responde a un paisaje agrícola, su impronta visual depende de como se ha trabajado la tierra y de las construcciones de piedra que constituyen el equipamiento. En el lugar hay varios edificios y el planteamiento a la hora de construír dos casas implicaba considerar lo antiguo y lo nuevo como un todo para obtener una composición armónica con el entorno. Para una de las casas se recicla una granja existente, cuyo interior se remodela para obtener espacios de doble altura, mientras que la otra es un edificio nuevo, de planta única que emerge de un conjunto de muretes y terrazas.