El proyecto es parte del plan de ordenación del campus de Novartis diseñado por Vittorio Magnano Lampugnani. El edificio adopta una posición central en la intersección con el eje este-oeste que conduce al Rin. Buscando una mayor flexibilidad de uso y la garantía de continuidad del lenguaje arquitectónico se escogió una solución definida por dos núcleos y por una fachada portante de hormigón prefabricado. Una escultórica escalera de aspecto óseo conecta las tres plantas de laboratorios con una de oficinas situada en el nivel superior.