El gobierno de la ciudad cedió a la entidad bancaria las Reales Atarazas de Sevilla. Los espacios interiores abovedadas han ido dando cabida a distinta funciones a lo largo de la historia. En el nuevo proyecto, la mayor parte del programa se sitúa en la planta alta. La posición del restaurante y del auditorio están determinadas por las vistas a la catedral.