En el solar, acotado por un anillo de tráfico, está la mezquita, una madraza, un cementerio y la montaña de Aynain. Se introduce una trama regular de palmeras que densifica el espacio, definiendo así el límite. En un volúmen masivo, introvertido, el perímetro se interrumpe con recortes que invitan a entrar a la gran plaza cubierta, espacio de sombra, luz y penumbra.