El proyecto introduce la idea de "aldea circense" dentro de la ciudad, en el interior de una manzana de uso característico residencial, rodeado de antiguos edificios. El conjunto se compone de seis edificios rodeados de calles y pasajes interiores: una antigua fábrica que se destina a acceso principal de público, tienda, taquillas y confitería; el edificio del circo propiamente dicho; un edificio para sala de ensayos y camarines; uno de administración con alojamiento para compañías visitantes y uno de talleres de oficios relacionados a la actividad circense.