Encajado en una antigua cantera de granito, el estadio está formado por dos tribunas paralelas entre las que se tiende una cubierta con catenaria. Su esquema organizativo se define mediante esas gradas: una adosada al acantilado y la otra sostenida por una secuencia de dieciseis pantallas de hormigón. El estadio es accesible desde una plaza situada frente a la tribuna exenta. Para alcanzar el lado contrario, los espectadores deben atravesar una sala hipóstila que se extiende bajo el césped del campo. En principio la techumbre se diseñó como una losa contínua pero finalmente se ejecutó con un sistema de construcción metálica. Su presencia monumental debe además regenerar el área urbana donde se inserta.