La casa, diseñada para un profesor de matemática aficcionado al violín, debía cubrir no sólo el programa doméstico sino los requerimientos laborales y de esparcimiento lo que incluye condiciones como el rendimiento acústico. Mediante la utilización de la huella de la casa que antiguamente ocupaba el sitio, se amplió la superficie hasta la orilla del barranco y se desarrollaron tres niveles abajo empinada ladera