El objetivo del proyecto es reutilizar y reciclar el territorio reprogramándolo para crear una reintegración social, cambiando la violencia por la expresión y la música. Se trata de una ocupación cultural, construída por la genta, con la gente y para ella. A partir del estudio del impacto de los espacios intersticiales se organizan reuniones comunitarias para discutir como convertirlos en un experimento vivo para el activismo y el compromiso social. Este modelo de microurbanismo instantáneo ofrece un espacio público alternativo que facilita el intercambio, la expresión, la formación, la recreación y la inlcusión de jovenes de familias de bajos recursos.