El pabellón se sitúa cerca de las ruinas de un viejo faro, con acceso directo desde el único camino que conecta la caleta norte y el sur de la isla. Su posición girada diluye cualquier referencia cardinal para evitar la distinción entre los dos sectores de la comunidad isleña. El terreno inclinado define un acceso doble a un podio elevado y la aproximación diagonal establece un circuito respecto a las preexistencias.