Frente a un parque que adopta la configuración de una naturaleza geometrizada, la propuesta para el complejo deportivo en el parque de Manzanares, se comporta de un modo opuesto. Una extensa plataforma se convierte en el espacio de los acontecimientos y podrá ser utilizada de modos distintos para usos cambiantes. Bajo la misma se sitúa el resto del programa: centro de alto rendimiento, escuela de tenis, estudios de televisión, servicio médico y estacionamientos.