La residencia del arquitecto se caracteriza por un intrincado tejido de bloques superpuestos con una serie de logias y puentes. El programa doméstico gira en torno del uso de la luz, el agua y la vegetación selvática que se incorporan al diseño como elementos integradores del entorno. Una mezcla de paneles de madera y rejas crear un juego de luces y sombras a lo largo de los muros perimetrales interiores. El agua tiene fuerte presencia ya que además de su valor simbólico, cumple un papel funcional importante en la inercia térmica ayudando a enfriar el aire del clima tropical tórrido. La selva penetra todos los niveles; se tiene la impresión de que los espacios se han creado alrededor de la vegetación y no al revés.
