El Centro funciona como un oasis botánico -cuenta con miles de especies de plantas-, como un centro de arte contemporáneo -alberga decenas de obras internacionales- y también como un espacio expositivo que amalgama de obras de arte y eventos vinculados. El encargo incluyó tres edificios, cada uno con características propias y función en consonancia con el carácter polifacético del parque. Las construcciones se desarrollan en varios gradientes haciendo del terreno una parte fundamental del programa arquitectónico. Esto es subrayado por un camino pavimentado en el perímetro oeste y llevando a un nivel intermedio donde se abre en una plaza flanqueada por una cafetería.