Construída en tres meses y montada en tres días, esta casa de vacaciones se sitúa en una ladera en pendiente dominada por la presencia del océano y los bosques de eucaliptos. El volúmen se envolvió con dos materiales; la cubierta y las fachadas laterales se cubrieron con un prefabricado a base de cemento y virutas de madera mientras los frentes principales se revistieron con bandejas de acero cortén.