Se parte de la idea que el centro cultural para su conformación como edificio debe dar una respuesta integral que articule las diferentes actividades y funciones que conforman el programa de necesidades con su inserción en un lugar singular de la estructura física de la ciudad. Para satisfacer estas exigencias, la fachada se ha diseñado bajo una concepción de piel o fachada unitaria que se organiza a partir de un juego de llenos y vacíos que van caracterizando las distintas partes del centro.