Se propone fusionar los pabellones antiguos con los nuevos para crear un único edificio a través de espacios re relación y de una arquitectura sutil en la que se van descubriendo los distintos espacios. Se crean tres espacios de convivencia: un claustro de verano delimitado por lo existente y lo nuevo, un ágora de invierno y un gran parque en el que se insertan dotaciones deportivas.