El minúsculo emplazamiento en la península de Ciovo obligaba a una solución compacta para este hotel de cuatro estrellas y 40 habitaciones. Toda la parte pública del programa se comprime y se apila en el volúmen central; los cinco satélites residenciales se sitúan a lo largo del perímetro del solar. Las interacciones entre las plantas y una inmediatez específica entre diferentes funciones deberían dar vida al núcleo programático. Las habitaciones son flexibles de acuerdo a la temporada del año, convirtiendo la terraza en jardín de invierno o viceversa.