La intervención, localizada en un paisaje regenerado en el sur de la capital, requería de la provisión de viviendas y una gran superficie destinada a estacionamientos. Se decidió que el complejo planteara una serie de viviendas aterrazadas, con jardín propio abiertas a la mejor orientación dejando los autómoviles por debajo en el lado desfavorable. Las unidades presentan 42 configuraciones diferentes lo que permite su adaptación a distintas necesidades.