El proyecto, para la unificación de 17 edificios judiciales, fragmenta el programa en una serie de edificios separados e interrelacionados. Se trata de ocho bloques, cuatro de los cuales están conectados entre sí por una pieza horizontal, con fachadas portantes de hormigón coloreado, y se disponen libremente sobre una plaza abierta para equilibrar las áreas de trabajo, las zonas públicas y el paisaje.