El volúmen de la torre, de 56 metros de altura, se integra en un conjunto de edificios existentes y actúa como interfaz entre dos espacios urbanos diferenciados: mientras que se presenta como un esbelto prisma hacia la calle, es un discreto telón de fondo para el Palmengarden. Asimismo la forma fluída del zócalo curvo define el límite de la calle, donde la fachada se retranquea para configurar el acceso. La fachada presurizada de doble piel proporcionará ventilación natural y una protección solar eficiente.