En un edificio industrial de 1900 se dio la posibilidad de crear un museo de arte con carácter informal y experimental que complementara al principal ubicado en Estocolmo. El mayor desafío que representa el proyecto es la adaptcaión del edificio a los requerimientos climáticos y de seguridad actuales lo que determinó la necesidad de un anexo contemporáneo a lo existente. Se resolvió un espacio de recepción y acceso caracterizado por una envolvente perforada y de color que se destaca en el entorno.