El concepto del museo se basa en presentar la marca Porsche como suma de experiencia acumulada -el archivo de la compañía se aloja en el zócalo de la planta baja- y percepción sensorial -vehículos en exposición-. El espacio expositivo, de 5000 m², es un cajón triangular a base de vigas metálicas de celosía. La compleja geometría del diseño requirió el desarrollo de una maqueta digital para corroborar la estructura, el proceso de construcción y las instalaciones.