El nuevo museo de la Acrópolis tiene como misión no sólo alojar los antiguos artefactos del sitio sino llamar la atención a nivel internacional sobre el necesario retorno a esa ciudad de las piezas localizadas en el Museo Británico. El edificio se resuelve en un volúmen simple, estratificado en capas superpuestas. En el interior el pavimento de vidrio indica un giro en ángulo recto para descubrir un pasillo lineal de altura con muros de hormigón simple y una rampa que incia un recorrido procesional.