La casa se concibe como un objeto sensible posado sobre la llanura; está condicionada por dos deseos contradictorios, por un lado el de establecer relaciones entre los espacios interiores domésticos y la escala del paisaje y por el otro, el de lograr condiciones de privacidad visual con respecto al entorno. La complejidad formal y tectónica de la casa resulta de la repetición de cuatro erosiones geométricas alternadas en cvada cuadrante de la masa que refuerzan el sentido rotacional del proyecto.