Sobre un solar estrecho y alargado donde existe ya una vivienda, se construye un pequeño estudio para cumplir funciones como taller de pintura o de ocasional vivienda para los hijos de los propietarios. El pabellón se divide en dos sectores bien diferenciados: un espacio abierto y diáfano que se abre al exterior a través de un porche revestido con cañas y un espacio íntimo con dos habitaciones y un pequeño baño.