Las obras de la oficina mexicana nacen de la exploración geométrica, la experimentación con nuevos materiales y la alta tecnología constructiva. El proyecto se enmarca en una intervención mayor, en un terreno de 8 x 2.200 m a lo largo del río Yiwu, que incluye dieciseis pabellones diseñados por arquitectos de todo el mundo. Interiormente la casa de té se estructura con múltiples celdas resultantes de un proceso de desdoblamiento del suelo, que multiplica la superficie del volúmen edificado para porponer múltiples suelos superpuestos y entrelazados.