La intervención se realiza en una parcela de 1300 m² con fuerte pendiente, con acceso por una pequeña carretera. La casa se basa en la premisa de mantener la continuidad espacial y biológica por medio de cuatro decisiones tácticas: minimizar la tala de árboles, elevar la masa edificada sobre pilares y evitar cualquier transformación de suelo, agrupar los sistemas de filtrado y tratamiento de residuos, compensar la cantidad de sustrato afectado por la cimentación. Programáticamente la casa propone modos alternativos de vida, generando un espacio polarizado por dos habitaciones que pueden adaptarse a distintos usos. Las habitaciones se curvan para abrazar una gran terraza que contiene la piscina, mientras que las zonas técnicas se adosan a la parte posterior del volúmen.