Con la aparición de la noción de salud pública a principios de siglo se crearon las escuelas al aire libre destinadas principalmente a prevenir la tuberculosis. Se localizaron próximas a los centros urbanos, en terrenos elevados, alejadas de zonas de polución industrial, priorizando las condiciones de iluminación y ventilación. La escuela de Suresnes, fue reprada regularmente y en ocasiones su fisonomía original fue modificada; hasta que en 1982 se lanzó un concurso para su rehabilitación.